Léemelo otra vez, por favor

Una de las preguntas que más me hacen es ¿por qué los niños quieren que les leamos una y otra vez el mismo cuento? A menudo, para los padres contar el mismo cuento una y otra vez es, sin duda, una práctica aburrida. Pero, hoy, queremos contaros que esta demanda de los más pequeños tiene una clara razón de ser.

 

En los años 90, dos investigadores en materia educativa  (Phillips & Naughton)  realizaron un estudio acerca de la práctica de la narración en niños de edad infantil The practice of story-book Redding to preschool children in mainstream New Zealand families. Reading Research Quaterly). Entre otros temas, descubrieron que existen tres estadios de comprensión y asimilación de las historias:

leer a los hijos

  • Primera fase: La historia. Se produce durante la primera lectura de un cuento, es decir, es el momento en el que los niños NO conocen la historia. En este primer momento, el foco de atención de los niños es la comprensión de la historia y destinan todos sus esfuerzos en comprender el hilo narrativo. Por eso, no tienes que prestar atención a los detalles ni los matices de la historia, ni siquiera debes hacerle preguntas sobre la narración. Preocúpate de no “interrumpir” el hilo narrativo.
  • Segunda fase: Los matices. En la segunda lectura, los niños ya han comprendido el hilo narrativo, conocen la historia y empiezan a estar interesados por los matices y los detalles. En esta segunda lectura, podemos empezar a incorporar el estilo de lectura interactivo, llevando la atención hacia detalles tipo ¿cómo?¿qué?¿quién?¿cuándo? Y darle a la lectura una nueva profundidad.
  • Tercera fase: La comunicación. Siempre decimos que el enorme potencial de la lectura compartida es su capacidad para generar grandes conversaciones. Sobre todo, en esta época en la que las conversaciones de calidad suelen brillar por su ausencia, todos aquellos materiales/experiencias que funcionen como generadores de conversaciones adquieren un valor especial. Los cuentos pueden y deben (desde mi punto de vista) jugar este papel. Aunque, es importante que tengáis en cuenta que no será hasta la tercera -o, incluso cuarta o quinta vez- que contamos un cuento, cuando aparecerá la conversación. Esto se debe a que, una vez entendida la historia y se focaliza la atención en los detalles, los niños ya se sienten capaces para ejercer su opinión. Como dominan la narración, pueden intentar predecir, practicar nuevo vocabulario, aportar su visión de la historia.

padre leyendo

Resumiendo no sólo es bueno repetir la misma historia más de tres veces sino que es necesario. Cuando os propongan una y otra vez el mismo cuento, recordadlo.

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Texto: cuentosparacrecer.org

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