El proceso de creación de Buenas noches ha sido preciso y meticuloso. Nos hemos fijado, especialmente, en los pequeños detalles de cada página y en el global de todo el libro. Hemos cuidado desde el texto hasta la maquetación final, pasando por las ilustraciones que, por supuesto, es de lo que hablaremos en este post.
Desde que la ilustradora, Màriam Ben-Arab, recibe el texto hasta que entrega el arte final para su posterior maquetación, las imágenes pasan por diferentes etapas. Una de las más importantes, porque es la base en la que se construirá todo, es la fase de los bocetos. Aquí hay que tener en cuenta cómo se distribuirá el texto, donde irán las onomatopeyas que se presentan en cada página, el juego escondido y el resto de elementos del dibujo.
Una vez los bocetos son aprobados por el editor y después (o no) de varias correcciones para que todo quede perfecto, viene la llamada fase pasar a limpio la línea donde se verá en la ilustración final.
Por último, ¡estrenamos la fase más divertida, aquella donde entran en juego los colores! Pinta que pintarás, hasta encontrar la combinación perfecta, unos degradados por ahí, las sombras para dar volumen a las figuras por allá y… ¡Listo!¡Ya tenemos la ilustración terminada!
Hacer la cubierta y la contracubierta es más complicado, ya que es algo que hay que cuidar especialmente. ¡Es la carta de presentación del libro! Como la primera versión no nos acababa de convencer, decidimos probar otra, que es la que finalmente quedó como cubierta definitiva.
¿Queréis ver todo el proceso que hemos descrito en acción? Visto así parece fácil y muy rápido ¿verdad? 😉