En las conferencias, sueles desconectar cuando el orador tiene una dicción difícil, se atraganta o no vocaliza bien. Aunque el contenido del discurso sea muy bueno, te resulta muy complicado prestar atención. Si trasladas este ejemplo a los libros, las letras impresas vendrían a ser las substitutas de la palabra hablada. Es por eso que hay que cuidar, especialmente, el aspecto que tienen y su legibilidad.
En Super Prota, también, se ha tenido en cuenta este aspecto. Muy probablemente, este cuento sea el primer libro que muchos niños van a leer, así que todos los detalles son importantes para que los más pequeños disfruten con la lectura.
Super Prota ha llevado un paso más allá la personalización de tu cuento. Ahora, puedes escoger entre tres tipos diferentes de tipografía: Imprenta, palo o ligada. Según la etapa de aprendizaje en la que se encuentre tu hijo o la situación cognitiva que quieras reforzar, es bueno que escojas una u otra tipografía. En este post resaltamos las virtudes para que no te quede ninguna duda de cuál es la más adecuada.
Tipografía imprenta: la más común
La tipografía «impresa» es la más extendida. Se caracteriza por mantener una misma unidad en el formato y tamaño de todas las letras. Esto hace que el ojo se acostumbre a un estilo muy regular y no tenga que realizar grandes esfuerzos para leer.
Para los niños es una tipografía muy fácil y poco agresiva. Además, es la que se encontrarán en sus libros de texto, novelas y, cuando sean más mayores, en los periódicos. Una buena manera para que se familiaricen con este tipo de letra es presentándosela en un entorno agradable como Super Prota
Letra ligada: para aprender a hacer buena letra
Seguro que tienes un recuerdo imborrable de cuando ibas a la escuela y te pasabas horas rellenando fichas de caligrafía. Ahora, quizás, con el uso extensivo de las nuevas tecnologías y formatos digitales, se están perdiendo este tipo de ejercicios.
Si tu niño está aprendiendo a escribir, regalarle un libro con letra «ligada» puede ser una buena herramienta pedagógica para ayudarle a mejorar su caligrafía. Escribir a mano no es sólo una bonita actividad artística si no que, también, mejora la psicomotricidad y la flexibilidad de la mano.
Letra de palo: la más fácil
Por su parte, la letra de «palo», es ideal si tu hijo está aprendiendo a leer. Los rasgos de la letra de «palo» son más fáciles de reconocer y a los niños les resulta más sencillo «traducir» los caracteres en su cerebro.
Además, está demostrado que escribir en mayúscula es hasta un 40% más lento que la letra trazada convencional. Por eso, cuando hacen ejercicios de caligrafía en mayúscula tienen más tiempo para procesar la información y pueden llegar a interiorizar mejor las palabras y la forma de las letras.
Aunque no es nada recomendable fomentar la escritura en mayúscula en las redacciones o otros ejercicios de escritura libre. El hecho de estar tanto tiempo escribiendo las formas tipográficas hace que lleguen a perder el sentido contextual de la narración.
