¿Por qué deben practicar deporte los niños?

El deporte, tanto si es en equipo como individual, es una actividad genial para los niños, que les da muchos más beneficios además de la actividad física. La participación en deportes puede ayudar a incrementar su autoestima y motivarlos a mejorar académicamente, además de ayudarles a conseguir habilidades sociales. La participación también les enseña los beneficios de ponerse retos y practicar para conseguirlos.

8 beneficios del deporte en los niños

1. Actividad física

Es el beneficio más obvio de practicar deporte. Los niños suelen pasar demasiado tiempo viendo la tele o jugando a videojuegos, así que las actividades deportivas les ofrecen la oportunidad de hacer ejercicio que les ayuda a mantenerse en forma de manera saludable. Así, favorece el correcto desarrollo de los sistemas fisiológicos, como el cardiovascular y el pulmonar, y refuerza el sistema muscular y esquelético.
Niños jugando a futbol en equipo

2. Habilidades sociales

Su participación en deportes consigue que desarrollen habilidades sociales que les beneficiarán durante toda su vida. Así, aprenden no sólo a interactuar con otros niños de su edad, sino también con figuras mayores como sus entrenadores o árbitros.

Aprenden habilidades de liderazgo, de cohesión de equipo y comunicación, que les ayudarán en el colegio, su futura carrera y en sus relaciones personales.

Niños practicado natación con su entrenador

3. Mayor integración social

Además de ganar habilidades sociales con sus compañeros o entrenadores, es importante darse cuenta que muchos estudios señalan que los niños que realizan una actividad física de manera regular, se integran mejor en sociedad y tienen menor riesgo de adquirir hábitos poco saludables como el consumo de alcohol y tabaco.

Ocupar sus tardes con actividades que requieren esfuerzo les mantiene alejados, al crecer, de grupos conflictivos y situaciones poco saludables.

4. Descanso

Niña durmiendo

El hecho de practicar ejercicio físico de manera regular y moderada favorece que nuestro descanso posterior sea de mejor calidad, y que en el momento de dormir seamos capaces de tener un sueño más profundo y más reposado. Así, el deporte ayuda a relajarnos y a descargar la tensión acumulada en la escuela por la presión escolar, en niños y adolescentes, y más tarde en el trabajo cuando sean adultos.

A su vez, también instauramos en ellos el hábito que descansar no tiene porqué ir a la par con apalancarse en el sofá toda la tarde: introduciendo nuevos deportes y actividades ayudamos tanto a mantenernos activos como a descansar física y psicológicamente.

5. Quien algo quiere, algo le cuesta

Niño con cara de frustración

A muchas criaturas les resulta difícil aceptar que deben esforzarse para conseguir sus objetivos, y también les es difícil entender que unas veces se gana y otras se pierde.

Su tolerancia a la frustración aumenta en el momento en que en competiciones o deportes en equipo aprenden que no todo es inmediato, y que las cosas cuestan de conseguir. Así, el deporte les ayuda a entender lo que son el sacrificio y el esfuerzo, que deben ser afrontados para poder conseguir la recompensa del triunfo.

6. Autoestima

Padre elogiando a un niño

Las actividades deportivas pueden tener un enorme impacto en la autoestima y confianza de las criaturas. Aquéllos que participan en deportes consiguen elogios y estímulos de sus entrenadores y padres, lo que ayuda a incrementar su confianza en sí mismos.

Además aprenden a creer en sus propias habilidades y a exigirse el máximo. Las críticas constructivas son también gran parte del deporte, y los atletas jóvenes aprenden a aceptarlas y usarlas para su beneficio.

7. La hormona de la felicidad

Niña feliz

Practicar deporte libera endorfinas, una hormona que va directamente ligada a aumentar nuestro bienestar y vitalidad. Esto sucede cada vez que practicamos ejercicio físico, y nos puede ayudar tanto a ser más felices como a estar más satisfechos con nosotros mismos, lo que a su vez incrementa la autoestima de los más pequeños.

Además, esta sensación de felicidad es muy satisfactoria, y querrán incorporar el deporte en sus hábitos cuando sean mayores.

8. Salud para toda la vida

Niños en clase de natación

Finalmente, la participación deportiva promueve salud y bienestar que no solamente les durará en su infancia sino que les acompañará toda la vida. Deportes como la natación o el golf son especialmente beneficiosos dado que el niño podrá seguir practicándolos cuando crezca. Los niños que hacen deporte, además, suelen ser más conscientes de la importancia de comer sano.

Aunque la participación en deporte es una ruta genial para promover una vida sana y en buena forma, tanto los padres como los entrenadores deben alentar los niños a seguir una vida saludable y convertirse en modelos positivos a seguir.

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